miércoles, 25 de diciembre de 2013

laRueda/Catafixia: Lumbre en el almaje



Los amigos de Catafixia comparten con Literal y con los posibles lectores esta colección de libros llamada laRueda.

Sobre la colección laRueda
laRueda es una colección compuesta por  antologías de poesía latinoamericana actual. Cada una de esas antologías pertenece a un país del continente, e incluirá a 13 poetas de dicho país.  La rueda implica movimiento, tránsito, continuidad, que es lo que buscamos resaltar desde siempre con nuestros proyectos editoriales.

En cierto sentido, con laRueda pretendemos establecer un mapa mucho más amplio del que hasta el momento hemos establecido, pues durante la primera fase de nuestra labor editorial, fuimos conociendo propuestas y escrituras interesantes que quisimos integrar en nuestro catálogo mediante esta nueva estrategia de publicación.

Cuidado editorial: Luis Méndez Salinas y Carmen Lucía Alvarado
Dirección de arte e ilustración: Álvaro Sánchez
Diseño de interiores: Odiseo
Diagramación: Luis Méndez Salinas



Lumbre en el almaje

“La poesía mexicana reciente, a grandes rasgos, se encuentra en un estado de pluralidad en cuanto a estéticas y cánones. No se puede hablar de una tendencia dominante. Si bien hay matices que rigen a la generación, como: la incredulidad, el cinismo, el desencanto, la experimentación lingüística, la ironía, la sátira, las formas en que se manejan estos asuntos difieren de un autor a otro. Ya no podríamos hablar de una poesía de objetivos comunes, pero tampoco de una poesía eminentemente experimental o enclavada en las posvanguardias, al mismo tiempo que no se puede hablar de una poesía tradicionalista, como antes se solía rotular a la poesía nacional. Más bien la poesía mexicana se encuentra en el ejercicio de dar continuidad a distintos modelos de su tradición o en la práctica de otros modelos, es decir, la multitradición. Pero a diferencia de otros momentos, los poetas nacionales están en una práctica de la divergencia en cuanto a estos modelos, si bien se adhieren a ellos y los practican, igualmente comienzan a tener diferencias, es decir, problematizan la tradición y crean pequeñas rupturas mediante las cuales se posicionan de un discurso, de una voz”. (Iván Cruz Osorio) 

lunes, 16 de diciembre de 2013

Literal presenta: Los poemas de Sam

Adopté una gata que se llamaba Samantha y ese fue el escape lírico: los poemas de Sam son conversaciones con un animal. Un soliloquio, a manera práctica. Escribir ese libro, ese enorme libro, fue el ejercicio más doloroso que hice hasta ese entonces. Cosa que he venido repitiendo cada vez que puedo: el dolor como bujía de la incandescencia creativa.

En ese entonces Los Poemas de Sam, tenían cerca de tres cuadernos (sí, escribía a mano) sobrevivieron apenas un manojo para hacer el poemario. El resto, no valía la pena de ser publicados. O talvez sí, pero ya es demasiado tarde: regalé los cuadernos y no tengo memoria a quién.

Pero ahora recibo una llamada de Villacinda y me avisa que lo tiene a la mano, que lo regalemos, que liberemos. Los Poemas de Sam nuevamente al ciberespacio y siempre bajo el sello original. Así que aquí está, conozcan la segunda edición digital de mi primer libro que tanto amo.

viernes, 13 de diciembre de 2013

LITERAL PRESENTA: El sístole y la diástole literarios


















Los memoriosos:
Tropientrevista con editorial Catafixia

/// Texto: Juan Pablo Dardón • Fotografías: Jorge Rodríguez



Miércoles 4 de diciembre 2013, Edificio Engel, Centro Histórico

Me junté en la zona 1 con Jorge Rodríguez y su novia Alejandra, quienes tomarían las fotografías de esta entrevista. Les pido por favor que no vayan a chingar tanto, que no interrumpan la inspiración, que las musas del exceso me esperan para ser un patán e inquisidor. Se ríen porque no me creen. Y los doy la razón.

Voy a entrevistar a la Editorial Catafixia, que se ha convertido en escenario y plataforma de la poesía guatemalteca. Y del pensamiento analítico. Y de la memoria colectiva. Y de los riesgos de hacer las cosas. Y ejemplo de quijotadas. Y ya voy a dejarme de mamadas.

Quinto piso y nos sale a recibir Luis Méndez Salinas que ya ostenta ese porte de intelectual de pacotilla importante sólo para los intelectuales de pacotilla. Es un amor total este tipo y me sorprende lo alto que es… el edificio Engels donde vive. Nos abrazamos y nos deja pasar a su guarida.

Allí está Carmen, risueña y morena, vestida con unas mallas negras que ostentan unas piernas que enloquecen a Luis, porque si no lo saben, ellos son pareja y vienen siendo como el matrimonio perfecto entre intelectualidad y perreo horizontal.

Se han ganado su espacio a pulso y no sin poca controversia, principalmente en el escueto, agrio y cangrejero ambiente literario de Guatemala. Nada nuevo bajo el sol, porque eso se transpola a cualquier otra disciplina, como la danza, plástica, teatro, ingeniería, política, religión. “Humano, demasiado humano”, como diría el Grupo Nietzche.

Sus libros vienen en muchos formatos y han aportado al proyecto desde la parte visual grandes diseñadores y artistas plásticos como Alejandro Marré, Álvaro Sánchez, Paula Morales y Luis Villacinda. De tiraje corto, sus apuestas son la difusión más que el volumen. Como dice el dicho, “Es preferible una semilla en suelo fértil, que madrugar”, El Chapulín Colorado. Y hablando de referentes mexicanos, el nombre Catafixia si bien nos remite inmediatamente a los domingos con Chabelo, tiene orígenes griegos. El prefijo girego κατὰ que significa “contra” o “hacer algo enteramente, cambiar”, y del latín fixus, que significa “fijar”. Uniendo ambas raíces nos dice que Catafixia es aquello que “cambia enteramente”, o que “arriesga todo”. Luis me explica que viene del latín factor, que es “hacer”. Así que para ellos significa “hacer un cambio”.

Jorge saca la cámara y Alejandra dispone la otra. Nos ofrecen un trago y ya estamos jirimiqueando como perros en carnicería. Vino ellos y tequila yo. “Es para romper el hielo como se debe”, les digo. “Cabal, pero romperlo con piocha”, espeta Carmen y reímos todos y ya contentos les disparo:


Jajaja… unas preguntas cortas y simples ¿cómo se conocieron, desde un inicio pensaron en armar una editorial, cúales son los planes futuros, quién mató a Gerardi, van a tener hijos, linda vista la que tienen en su apartamento, dónde consiguieron esa máquina de escribir, el apartamento les incluye parqueo, tienen cigarros?
Carmen: Empecemos por lo primero, nos conocimos en 2008 en una de esas actividades de poesía llamadas Chinique en el Teatro Nacional. Realmente no sabíamos exactamente cómo nos hicimos novios, la cosa es que al inicio fue muy difícil…

Luis: … (Está sentado, mira el piso en silencio, calladote como cuando los hombres no se acuerdan de esos detalles tan importantes para las mujeres. Y tan triviales)

¿Difícil, en qué sentido, no los querían sus familias… vivían lejos?

Carmen: Es que cada uno de nosotros teníamos nuestras relaciones anteriores. Teníamos novios.

¿Luis, tenías novio?
Luis: … (Mantiene el silencio, no entiendo si evocando esos tiempos en que se conocieron con su ahora pareja y socia, evocando ese primer encuentro. O acaso piensa en el novio, si es que lo tuvo como le entendí a Carmen). Se ríe y contesta un simple “no”. (Acucioso y mal pensadote que soy, no me convence).

Dejando de lado el plano personal, me gustaría saber en qué momento les surge la idea de Catafixia…
Carmen: Fue para una invitación que le hicieron a Luis para ir al festival El Vértigo de los Aires, en México, DF, y de allí de ese viaje vino con la idea de hacer publicaciones pequeñas y sencillas, estilo cartoneras.

¿Cuál es el fin de las editoriales cartoneras, a qué deben su existencia?
Luis: Básicamente trabajar con reciclados, papel y cartón, funcionar a muy bajos costos, fotocopias, con la lógica del reciclaje. Lo que quería era iniciar un proyecto alejado de ese concepto…

… si porque en Guatemala hablamos de Ediciones Mundo Bizarro y ellos son como los padres de ese movimiento a nivel local…
Carmen: Claro. Las cartoneras iniciaron con la crisis económica en Argentina del 2001, cuando ese movimiento inició ya Simón Pedroza tenía rato de estar publicando en ese formato.

Seguro, cuando le conocí, su casa en vez de ladrillos tenía libros cartoneros. Es más, me llegaron los rumores que lleva tanto tiempo en eso, que los Guaraguau le dedicaron Casas de Cartón cuando vinieron a Guatemala… y… señores paren la entrevista porque perdí mis cigarros.. (Jorge se ofrece a hacerme un forjado de tabaco negro)
Luis: Pues como te decía nuestra idea fue publicar libros sin casarnos con nadie, con ninguna institución, muy cercanos a nuestro olfato y gusto literario. Es una apuesta muy grande hacerlo porque se arriesga mucho, pero la satisfacción es muy grande.

Carmen: Nosotros sabíamos que si queríamos tener independencia de decisión y de acción, tendríamos que meterle dinero nosotros. Eso lo único que nos asegura esa la libertad y hasta la fecha le seguimos metiendo de nuestra plata.

¿Ustedes iniciaron con la idea romántica de publiquemos poesía a ver a dónde nos lleva?
Carmen: (Riendo) pues todavía no nos lleva a ningún lado.

¿O sea que son falsos los rumores que ustedes son los dueños del edificio Engel en que viven?
Luis: Dueños no… administradores. Casi burgueses. La mera extrema derecha.

Puchis mano, yo bromeando y usted de una vez saltando la cerca y quebrándose la pierna…
Luis: Cucurucho sereno.

¿Cierto que vos sos cargador, qué rollo con eso de andar meciendo imágenes mano?
Luis: Me gusta porque despierta un performance colectivo y la gente no se da cuenta de ese movimiento de danza, plástica, colores, olores, sabores que se conjugan en un acto que trasciende lo religioso.

Yo creo que es un epítome de cómo bailamos los chapines, lentamente, bamboleándonos, de acá a allá, sin gracia…

Carmen: las procesiones son muy hermosas, artísticas y apelan a la sensibilidad de la gente que camina y observan una obra de arte monumental e integrada con escultura, moda, música, pintura. Muchos intelectualoides lo rechazan por estar amarrado a la iglesia, pero es más grande que eso. Hay que admirar y mirar.

¿Y tu también cargas?
Carmen: Sólo a este cuando se pone bien bolo.
Luis: Y vieras el vaivén con que me trae…
Carmen: Él me ha cargado a mí, con eso que le encanta cargar mucho…
Luis: Me tomo sus fotos y me las prendo del pecho (carcajadas)

Te imagino diciéndole “Ya llegó tu cucurucho mamaíta, ahorita te crucifico, te encierro y te resucito”. Pero volviendo al tema de la editorial, ¿publicaron casi 40 libros con su primera fase?
Luis: (Aún rojo de la risa, o deseo, no lo sé) Cabal, fueron 10 entregas de cuatro libros cada uno, dos guatemaltecos y dos extranjeros. En formato pequeño, como dice Carmen, los parvulitos de la editorial. Pero ya el formato se nos quedó corto, aparte que ya ciertos elementos de diseño no los puedo concebir en formato pequeño, ni en el mismo tipo de papel.

Carmen: También necesitamos de ampliar lo que queríamos hacer, porque nos habíamos dedicado a poesía latinoamericana contemporánea. Ahora quebramos dos paradigmas que nos habíamos impuesto. La primera, la cuestión generacional porque estamos publicando poetas más grandes, más viejos que nosotros, es la colección Tz´acol que significa “formador”, en idioma quiché y Bitol (creador) que sigue siendo la de los jóvenes.

Luis: Con Tz´acol queremos armar una reivindicación de los “viejos”, que estaban fuera del marco de la inicial de la Catafixia…

Tz´acol… Bitol… podrían, se me ocurre ahora y les regalo la idea, crear una colección que se llame Vitaflenaco que publique en exclusiva poetas borrachos, que es pleonasmo, lo sé. Y tomando en cuenta que el complejo B es buenísimo para la cruda…
Carmen: ¿En serio es bueno para la goma?

Así es, cuando amanecés deseando la muerte por una cruda tipo “¿porqué no me morí de chiquito de mal de ojo?”, te tomás dos de esos y al rato ya estás cantando las mañanitas…
Luis: Ve que interesante, ahora hay que ponerlo en práctica… o regalarle el tip a Estuardo Prado jajaja

Podría ser, pero a ese cabrón no le hace efecto nada. Nada. Tomarse un Vitaflenaco para él es como masticar un Chuck Los Picapiedra: más dulce que alivio… ¿cuántos libros van publicados muchá?
Carmen: Cincuenta y... (duda antes de dar el paso, lo suficiente para que conteste categóricamente Luis…)

Luis: 58 (Me confirma que si bien Carmen es la historiógrafa de la relación, quien lleva el conteo obsesivo, el cuidado obsceno de la calidad es este tipo introspectivo de ojos escondidos y barbudo como macho cabrío. Hay equipo frente a mí, hay una dupla muy eficiente que me hace compararlos con Messi o Neymar en el fut, o Bonnie y Clyde en el crímen, o Wisin y Yandel en el reaggetón. Ya saben, puros éxitos. Y la plata es en definitiva una variable que define el éxito o no de cualquier cosa en este mundo).
¿Ha regresado la plata, es revolvente la inversión monetaria?
Luis: fíjate que pedimos un préstamo inicial de Q25 mil (para los que les cuestan los números son como 830 litros de cerveza, o 170 colmillos) que nos daba para imprimir 12 libros… pero con las ventas de esos primeros ejemplares, logramos extender el dinero para el doble. Es decir 24 libros, y después hicimos una extensión del préstamo para terminar la primera fase de la editorial. Luego otra extensión y poco a poco, así vamos estirando los fondos del proyecto.

Carmen: Tenemos en resumidas cuentas, una cuota mensual que se traduce a compromisos bancarios durante los próximos cinco años. Tenemos que mantenernos activos para tener siempre disponibilidad de pago y buen record crediticio.

(Está por terminarse la botella de vino, pido un vaso. Ya el tequila abrió camino) ¿Cuál es su público objetivo, a quién quieren llegarle?
Carmen: A nadie en particular, todos los que quieran leer.

Luis: Los jóvenes mayormente son los que nos compran. Pero nuestro público que queremos llegarle es a los niñitos que hoy tienen nueve años, pensar que ese chavito que se está comiendo los mocos llegará a tomar uno de estos libros en sus manos, es muy estimulante. Es un compromiso de calidad.

Awww… qué tierno, ¿se consideran ustedes románticos, qué les motiva a seguir en esto?
Carmen: Nos motiva el tipo de país que somos, en las extremadas carencias, la memoria ausente de toda nuestra historia, la inconsciencia general del país. Y que de repente en un lugar como este se empiece a tomar valor de la palabra y que la mara caiga en cuenta que en cada parte de esto corre algo más, que la realidad no es sólo anuncio de televisión. En nuestro caso nos interesaba la poesía, somos poetas y por allí empezamos, por lo tanto, como editores, nos hemos de ver súper románticos. Fue una necesidad.

¿Es decir, fue un llamado visceral lo que tuvieron, más que un llamado comercial?
Luis: Al principio y hasta ahora lo seguimos viendo así, la Catafixia es un proyecto en paralelo a la escritura nuestra. El mismo aporte literario va en función de nuestra obra personal y lo que editemos como proyecto editorial, todo ese corpus de libros, consideramos, es un aporte.

Carmen: Y que nunca vimos como un proyecto comercial esto, de hecho, no vivimos de la editorial, cada uno tiene su trabajo aparte y desde el cual nos da para vivir. Yo trabajo en la editorial Cultural del Estado y Luis es investigador arqueológico y trabaja acá cerca en el proyecto de Kaminal Juyú.

Entiendo, hay que estar cerca de la milpa, ¿vaa vos? Imaginate, andas metido allá por la montaña y llamando a ver cómo va el asunto “¿Mi amor, cómo está todo?”, y te contesta Carmen “Bien, bien, no te preocupes mi vida”, pero desde el baño del bar medio a verga… Por cierto, cómo se llevan ustedes siendo socios en un proyecto editorial y pareja? Yo miro a Luis con los lentes remendados y cabizbajo…
Luis: Pues he tenido que poner algunas denuncias en la fiscalía especial contra el hombricidio jaja, pero realmente bien. Nos llevamos de maravilla.

Carmen: La editorial es nuestra forma de ser novios, de ser pareja, de sufrir y amarnos. El amor es nuestro trabajo y nuestro trabajo es el amor.

Luis: Todo ha pasado super suave, no ha habido ningún túmulo en el camino (se miran con ojos de ternura).

¿En serio? ¡No les creo!
Luis: Te lo juro, cuando el amor es pleno, no hay baches.

Coman mierda entonces, dichosos de la chingada (es que me cae mal ver tanta felicidad, por eso mi enojo)
Carmen: Somos un solo cuerpo, una misma mente en comunión consigo misma. somos almas complementarias, nuestro trabajo lo hemos amarrado a la intuición y nuestras intuiciones coinciden.

No entiendo, fíjense muchá, porque a mí los excesos me hacen muy feliz pero siempre hay alguien metiéndose en esa relación… ¡realmente no entiendo!
(Pura perinola, todos ríen)

Miren y ya que se están riendo quería preguntarles, ¿qué rollo con la postura política? Sus títulos más recientes publicados y comentarios desde las redes sociales dan cuenta de un pensamiento político de izquierda muy arraigado…
Luis: No si ubicarlo en el plano ideológico pero desde el plano de la memoria, que siempre ha sido negada por los sectores de poder, vengan de donde vengan. Porque pueden ser tanto de derecha como de izquierda, o inclusive religiosos. Negar la memoria es indignante y desde ese punto de vista creemos que vale la pena defenderla. Este año que viene, 2014, vienen cinco títulos que van por esa vía: reivindicar la historia negada de este país. Y cuando un sector de poder niega algo es porque quiere manipular información a su beneficio, luchar por esa memoria de ubica en una posición en el plano cartesiano del pensamiento.

Carmen: Nosotros somos una editorial. Y a través de eso queremos dejar, documentos, libros, volcar la vista pública hacia ciertos temas. Para cuando se investigue o nazca una duda, existan libros que aporten a resolverla. El libro de Árbenz fue un ejemplo.

Luis: Además, que nos ayuda la coyuntura. Este año fue el centenario del nacimiento de Árbenz y el otro se cumplen 70 años de la Revolución de Octubre y 60 años de la Contrarrevolución. Son temas que no deben quedar en olvido para que entendamos dónde estamos.

Carmen:
y contrario a la generación de escritores que nos antecede, tenemos mucho interés en saber que pasó.

Más o menos de 1995 a 2005 se fragua una generación que poco tenía que ver con la tradición truncada, maltrecha y mediocre del arte de vocación social, de plasmar el lastimero grito del otro porque el mundo hedonista era despreciable. Fue un tema agotado. De allí sale nombres como Pedroza como amo y señor de la urbe, Estuardo Prado como profeta sicodélico, voces importantes y descollantes de un pensamiento escapista, pero no por eso, menos válido. Esa generación, de la cual me considero parte, simplemente vio ese cuaderno y lo cerró. Sin que dejara de importar la historia, claro, pero habían otros temas… ¿ustedes quieren retomar ese cuaderno?
Luis: Hay una imagen que sentimos lo explica todo. Es una mesa servida, sucia, con sobras, platos vacíos. Y vino la posguerra y la tiró a la chingada. Fue un acto necesario, de romper cosas, que alguien inclusive se cortara con eso, y eso históricamente es la tarea que le tocaba a esa generación y creo que la cumplió como nadie. La posguerra hizo su trabajo. Sin embargo esa tarea ya no es la nuestra, ya está cumplida. Nombres como Simón, Estuardo, Payeras, Maurice, tu persona, inclusive Ronald Flores, vinieron a hacer ese genuino hecho de ruptura. Nosotros como una generación diferenciada de al menos una década, no podemos continuar machucando esos chayes. Lo que a nosotros nos corresponde es ver cómo despejamos esto.

¿Y volver a poner la mesa?
Luis: No, a comprar nuevos vasos.

(La entrevista fácil pudo haber terminado acá en esta sentencia tan definitiva, es lo que todo periodista busca, su cierre, su instante en dejar al lector sorprendido y satisfecho; pero no se preocupe, acá estoy yo para decepcionarlo… sigamos)

Carmen: Nuestra obra, como generación, Luis Méndez, yo, Wingston González, Gabriel Wolke, Julio Serrano, Martín Díaz, lo que nosotros escribimos no tiene necesariamente que ver con memoria, posición política, nada que ver. Lo que hacemos va por otro lado. A nosotros se nos “nota”, por la necesidad que decía Luis anteriormente, y porque publicamos esos documentos que pensamos importantes para el momento. Allí va a estar guardada nuestra puesta de memoria, pero nuestra obra personal podrá ir por donde se nos dé la gana a cada uno.

Claro, no es literatura comprometida, como se le decía antes…
Luis: ¿Comprometerse con qué? Sería lo que tenemos que preguntarnos como generación…

Carmen: Comprometernos con nuestra escritura sería la respuesta.

Luis: El ejemplo más vital que puedo darte es Cardoza y Aragón, porque en su poesía nunca habló de nada político; sin embargo, tenemos sus ensayos donde la historia era otra.

(Más vino, más tequila, más cigarros. Otra ronda. A mi espalda el Palacio Nacional se yergue como un troll verde acostado, todos los demás somos hormigas para su historia. El Palacio Nacional de la Cultura duerme una siesta en su larga historia) Entiendo que ustedes publican nada más a sus amigos, según comentarios de Facebook, ¿es eso cierto?
Luis: Jajajaja, ya quisiera ser yo amigo de Antonio Gamoneda, de Raúl Zurita…

Carmen: ¡O de Árbenz! Yo creo que hay gente que cree demasiado en la farándula y que este mundo artístico es una especie de estar “in”, para que te conozca la gente o no sé qué trastorno. Es gente que antes de trabajar en su obra, estudiar, leer, entender, se pone a escribir a lo loco y pretende ser “famoso/a” de esa manera. Hay gente que lo dice pero ni siquiera se acercan a proponernos nada.

Creo que la cagada está en querer reconocimiento. Y si lo quieren hacer por medio de la literatura la están cagando, porque la literatura es la forma más angustiante de estar solo, deberían de probar reaggetón…
Luis: tanta envidia pendeja que se mueve en el medio literario me hace preguntarme, es lo mismo con los contadores, los auditores, maestros. ¿Será que todos estos gremios son iguales?

Sí mano, me ha tocado trabajar con todos tipo de profesionales y obreros, y todos somos iguales. Es nuestra naturaleza humana ser envidiosos y egoístas. Cuando fui stripper fue bien pisado, muy jodido vos, que uno quería salir antes que el otro porque la tenía más grande. Una mierda todo mano, todos los gremios son iguales.
Luis: ¿Y quién salía de primero? Hubieran hecho competencias sobre el que se topara primero la panza del otro con la paloma era el que salía!

El clavo es que a mí me crece rumbo el hombro vos, hubiera perdido :(
Carmen: Jajaja mejor hubieran lanzado una ficha…

Luis:
Ya te imagino a vos diciendo “es que la tengo chanfleada”!

Cabal, pura talanquera de colonia que la chocó el bolo de la cuadra… creo que – y hablando de penes – el karma del izquierdista es que la verga se le chanflea a la derecha y al ultraconservador, a la izquierda.
Luis: bajo ese comentario. No tengo nada más qué decir. Fin de entrevista.













jueves, 12 de diciembre de 2013

Monitor/Capiusa literaria

Recientemente se presentó el experimento de colaboración entre Monitor (ex miembros) y Revista Capiusa. 36 páginas de reflexiones sobre la literatura.

A los escritores se le sumarón fotografos e ilustradores para darle vida a la impresión de un dossier de colección.

Acá el link para que puedan descargarlo y si tienen un poco de tiempo, el link también del video que documenta la presentación en el bar Mancha.

martes, 10 de diciembre de 2013

La zona 5

....Me gustaba el boulevard porque me lo enseñó mi madre una noche que estaba triste y fuimos a caminar como desamparados mientras las estrellas, al fondo del cielo, enchamarradas con las negras hojas, nos miraban de reojo pareciendo nada más que luces frías...

Extracto Venados & Jaguares
Lester Oliveros
Editorial X

lunes, 9 de diciembre de 2013

Los días y su flow

Son siete y llevan los nombres de gigantes cósmicos. Llevan además historias que se suceden una a una. Imagino el gran domingo de todos los espacios, ese gigantesco día final de quietud en el que vendrán todos a olvidar el presente por horas. Los trabajos se acumularan en las ciudades y no cesará de correr la sangre y el dinero.

Los empleados cuentan las horas y los niños olvidan el tiempo.

Los días parecen un long play puesto mil veces por una misma mano. En un principio los días duraban meses y los meses años, y los seres humanos dormían por eternidades después de construir pirámides. Lunes, génesis. Martes, calendario astral. Miércoles: un aro de luz en donde cruzan las palas, los azadones y piochas. Jueves: el almuerzo ejecutivo. Viernes: la fiesta del papeleo. Sábado: los carpinteros de microsegundos alargan sus brazos hacía los albañiles que terminan de fundir en contreto las horas que lanzará el universo sobre el mundo.

Venados & Jaguares
Lester Oliveros Ramírez
Editorial X